miércoles, 10 de septiembre de 2014

En primera línea de frente

La ingrata tarea de excavar un fortín a 40 grados al sol.

Hemos comenzado nuestras excavaciones de la Batalla de Belchite... fuera de Belchite. Estamos excavando en las estepas de Mediana, a quince kilómetros de las ruinas del pueblo viejo. Aquí, el 27 de agosto de 1937, los brigadistas británicos detuvieron los refuerzos franquistas que venían desde Zaragoza a socorrer a sus camaradas sitiados. 

Nuestras excavaciones se centran en las trincheras de primera línea en la que brigadistas, republicanos y tropas sublevadas se batieron durante varios días. El paisaje está surcado de trincheras y abrigos. El material, por ahora, no es muy abundante, lo cual es normal, porque estas posiciones se debieron usar durante poco tiempo. 


Varios abrigos republicanos excavados en una ladera para evitar los impactos de artillería.

Aun así, ya hemos dado con algunas cosas interesantes. Por ejemplo, un par de granadas de mortero completas. Se trata de proyectiles del Valero de 81 mm. Aparecieron a pocas decenas de metros una de otra, lo que quizá indique que fueron disparadas en la misma tanda. Y entremedias encontramos un trozo de la cola de una tercera granada. Están tan bien conservadas que quizá con algunos cálculos trigonométricos podamos decir desde donde se dispararon. Es posible que por los franquistas contra las posiciones republicanas, pero ahora mismo aún no lo tenemos totalmente claro. Lo que sí sabemos es que la tierra de yeso blanda y pulverulenta que nos ahorra hoy tantos esfuerzos en la excavación, ahorró muchas vidas hace 77 años: muchos proyectiles de artillería se incrustaban en el suelo sin llegar a explotar.


Granada de mortero de 81 mm

Estamos trabajando en dos posiciones: un fortín en primerísima línea y dos refugios de tropa cavados en la roca. En los refugios por ahora no estamos teniendo mucha suerte: solo hemos documentado algún casquillo y restos de cajas de munición. El fortín promete más. Para empezar, hemos registrado una treintena de balas impactadas y deformadas, el resultado del fuego franquista efectuado contra esta posición. También encontramos casquillos de Mosin disparados y muchas chapas de cajas de munición. No está mal, porque aún no hemos llegado al suelo original del fortín. Esperamos encontrarnos bastantes cosas sobre el pavimento, cosas que nos aclaren que pasó aquí exactamente a finales de agosto de 1937.  

 Balas impactadas contra el parapeto del fortín republicano.

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