martes, 6 de septiembre de 2011

¡Viva Galicia Ceibe!



El profesor Emilio Grandío acaba de publicar una edición crítica del diario de guerra del soldado Faustino Vázquez Carril, movilizado en 1936 paa participar en el avance sobre Oviedo de las columnas gallegas. Este hombre, nacido en Monforte de Lemos (Lugo), era un activista socialista que estaba haciendo el servicio militar en A Coruña. Movilizado en el bando nacional escribió un blok de la guerra muy crítico con la Cruzada, con la Iglesia, con los militares y la derecha, llegando a llamar invertido a Franco. Denunciado por un soldado es juzgado y ejecutado el 10 de mayo de 1937. Su testimonio del avance sobre Asturias es un documento impresionante de cómo se las gastaban en el frente Norte, pero también ilustra otros procesos, como el desconcierto inicial en el verano de 1936 cuando, aunque no lo parezca, nada estaba claro. Como ejemplo transcribimos aquí un párrafo de su diario, firmado el lunes 17 de agosto de 1936. Para el que no lo sepa, el Estatuto de Autonomía de Galicia fue aprobado en referéndum en junio de 1936, apoyado por el Frente Popular, y nunca llegó a materializarse por el golpe de Estado de julio. Con el Aalzamiento Nacional los galleguistas artífices del Estatuto fueron depurados, asesinados o se escaparon al exilio:

Lunes, día 17. Nos marchamos a una taberna y allí entre sorbo y sorbo de vino empezamos a cantar cousas da Terriña. Fueron unas horas de evocación para nuestra querida patria chica, pues al cantar las gallegadas cada uno añoraba su pueblecito, en donde allí quedaba enjugada por el llanto una santa mujer todo amor, cariño y ternura: nuestras pobres madres que, mientras nosotros luchábamos, piden al Divino que vele por sus hijos, y esas madres todos los días se sienten invadidas por el recuerdo de su hijo. Y entonces las lágrimas ruedan por el óvalo de sus caras.. ¡Cuántas lágrimas no le cuesta un hijo a una madre! Infinidad de ellas, sí. Y el hijo, vulgarmente, no sabe pasar por todas esas pruebas de cariño. Tan alegres nos fuimos poniendo con las gallegadas, que nuestras cabezas ya daban vueltas como las aspas de un molino, y vino a agravar nuestra situación un asturiano que nos pasó una botella de coñac por cantarle el himno gallego. Y a la terminación de este gritamos. ¡Viva Galicia Ceibe!. Aparecieron unos oficiales, y cuando creímos se reprendidos por nuestro viva, nos dice. "Muchachos, cantar el himno gallego! Nos ponemos de pie. Nos descubrimos. Y damos comienzo. Terminamos, y el oficial grita con entusiasmo. ¡Viva Galicia autónoma!. Y un grito que partió de todos los pulmones contestó: ¡Viva!.

En ese mismo mes de agosto, centenares de republicanos galleguistas eran fusilados en la retaguardia del bando nacional por haber defendido la Galicia Autónoma.

Fotografía: Columnas gallegas en el frente del Nalón, 1937.

Emilio Grandío Seoane. 2011. Las Columnas Gallegas hacia Oviedo. Diario bélico de la guerra civil española (1936-1937). Nigratrea, págs. 136-137.

1 comentario:

bea dijo...

Parabéns a Emilio polo seu bo facer, e a miña aperta dende as "trincheiras" arqueolóxicas do castro de Torroso, por tan bos momentos vividos.