sábado, 17 de septiembre de 2011

Hay cadáveres


Hay un largo poema del argentino Néstor Perlongher que comienza así:

Bajo las matas
En los pajonales
Sobre los puentes
En los canales
Hay Cadáveres

En la trilla de un tren que nunca se detiene
En la estela de un barco que naufraga
En una olilla, que se desvanece
En los muelles los apeaderos los trampolines los malecones
Hay Cadáveres

En las redes de los pescadores
En el tropiezo de los cangrejales
En la del pelo que se toma
Con un prendedorcito descolgado
Hay Cadáveres

En lo preciso de esta ausencia
En lo que raya esa palabra
En su divina presencia
Comandante, en su raya
Hay Cadáveres

En las mangas acaloradas de la mujer del pasaporte que se arroja
por la ventana del barquillo con un bebito a cuestas
En el barquillero que se obliga a hacer garrapiñada
En el garrapiñero que se empana
En la pana, en la paja, ahí
Hay Cadáveres

Las exhumaciones de la última década en España transmiten una impresión semejante a la de este poema: por todas partes hay cadáveres. En las cunetas de las carreteras, frente a las tapias de los cementerios, junto a los campos cultivados, a las afueras de los pueblos. Hay cadáveres.

En Abánades los vecinos recuerdan los montes esparcidos de muertos tras la guerra. Los recogían y los sepultaban bajo montones de piedras o en las trincheras. Ayer, durante las excavaciones en el corralón de la Enebrá Socarrá aparecieron restos humanos: un amasijo de huesos, entre latas y fragmentos de metralla. Es lo que queda de los regulares del 266 batallón marroquí.

En las parideras, en las cerradas. También hay cadáveres.

1 comentario:

Pablo Aparicio Resco dijo...

Participé con vosotros en la campaña de las trincheras de ciudad universitaria, en octubre del 2008 creo. Y la verdad es que he seguido siguiendo vuestro blog desde entonces, me parece uno de los mejores blogs de arqueología que se pueden leer en la actualidad.
No solo trabajáis bien sino que difundís los resultados de forma ejemplar, algo de lo que tendrían que aprender muchos equipos de trabajo.
Felicidades y suerte con vuestro trabajo, que es encomiable!

Pablo Aparicio Resco