miércoles, 24 de diciembre de 2008

Excavar trincheras de la Guerra Civil es arqueología

Las herramientas del (re)excavador de trincheras. Fotografía de Ricardo Castellano.

Por decisión popular: el 91% de las 247 personas que han tenido a bien participar en nuestra encuesta ha considerado que nuestro trabajo no sólo es arqueológico, sino además interesante. En realidad, comparado con algunos temas que se están explorando recientemente desde un punto de vista arqueológico (como las huelgas de mineros de la era Thatcher en el Reino Unido), los campos de batalla de la Guerra Civil son casi protohistoria.

domingo, 21 de diciembre de 2008

El botín de los vencidos

Nuestra trinchera en la edición digital de El País

Ese es el título de la noticia de El País donde se habla de las vivencias del Batallón Alpino y de nuestro proyecto arqueológico en la Ciudad Universitaria. El nexo entre ambos: la extraordinaria experiencia bélica de Cristóbal Hidalgo, veterano del frente de Madrid y de la Sierra. Puedes leer el reportaje aquí.
Por cierto, al contrario de lo que figura en el periódico no le hemos pedido al Ayuntamiento de Madrid que convierta la trinchera excavada en una ruta-museo, pero nos encantría que tuviera en cuenta la idea.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Latas

Los descubrimientos no se hacen sólo en el campo, también en el laboratorio. Comenzamos ahora la ingrata labor de limpiar, siglar y catalogar los objetos recuperados en la excavación. Esto nos permite, a veces, advertir detalles que nos habían pasado desapercibidos en el momento del hallazgo. Por ejemplo, en la lata que aparece en la primera imagen y que localizamos en el Abrigo 1 se pueden identificar restos de letras estampadas. Concretamente se lee: ".... de sardinas". Las sardinas en lata fueron uno de los alimentos básicos de los soldados de ambos bandos durante la guerra. En la siguiente imagen tenemos una lata procedente del Abrigo 3 a la que se practicó un agujero en el lateral para extraer líquido. Finalmente, la tercera fotografía se corresponde con un artefacto no identificado. Parece una lata pero es poco profundo. Semeja una especie de escudilla metálica. Lo encontramos justo encima de la hoguera excavada en el Abrigo 3, como si se hubiera empleado para cocinar o calentar alimentos. Se admiten interpretaciones.

No cerramos por vacaciones

Aunque el trabajo de campo en la trinchera terminó hace algunas semanas aún seguimos recibiendo visitas de grupos que están interesados por nuestro trabajo. Hoy hemos podido compartir nuestra experiencia con un grupo de alumnos y alumnas de 2º de Bachillerato del Colegio Santa Cristina de Madrid. Desde aquí queremos darles las gracias por la atención prestada.


El grupo de estudiantes atiende con interés a las explicaciones de un servidor


Esta nueva excursión a la trinchera nos ha permitido comprobar que nuestro trabajo en la zona no ha supuesto la interrupción de otra de las múltiples actividades que se desarrollan en la trinchera, sino que solamente ha significado una breve pausa. Afortunadamente nos han respetado los testigos. La historia sigue... y las deposiciones, también.

Usos amorosos del Abrigo 1: preservativo, funda y pañuelo de papel. Esto también es cultura material

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Barógrafo II

Viejos álbumes de fotos, cámaras de vídeo, portátiles, flashes de El País, más cafés. Este martes algunos miembros del proyecto volvimos a colarnos en los encuentros de El Barógrafo, local de la calle Príncipe en Madrid, donde desde hace más de 15 años se viene reuniendo un grupo de veteranos de la guerra civil que formaron parte del Batallón Alpino, en el frente de Guadarrama. Nuestro objetivo es conocer la forma de vida en las trincheras, en los frentes “estabilizados” donde los soldados-milicianos, tras detener la primera gran ofensiva de Franco sobre Madrid, aprendieron a vivir durante años dentro de zanjas y chozos, detrás de parapetos o en estrechos refugios. Enrique a través de bromas y poemas, Píter y Jesús con su sucesión de anécdotas perfectamente hiladas, Adolfo enseñando sus extraordinarios dibujos de la época, los demás con el silencio y sus miradas: todos ellos responden pacientemente a nuestras preguntas. Cristóbal H. prosigue su relato de su vivencia de la batalla de Madrid en el sector de Puerta de Hierro, zona seccionada por nuestra trinchera, donde entró en combate antes de su ingreso en el batallón de esquiadores. Su retrospección acerca de la vida cotidiana en la Columna del Comandante Sabio o 5ª Brigada Mixta, tiene para nosotros un valor inmenso. Después, sus recuerdos y olvidos se mezclan con los de sus compañeros y con los de todos aquellos que tras la guerra sufrieron la represión de los vencedores.
Al final, esta experiencia nuestra frente a las fuentes orales nos permite conocer los vínculos o escisiones entre cotidianeidad y política y nos obliga a abordar metodológicamente el testimonio como fuente de memoria colectiva e individual. Como si el recuerdo se tratara de un hallazgo arqueológico en la estratigrafía de la memoria.

Esto no se acaba aquí...

El domingo nuestra trinchera volvió a convertirse en un lugar público para la reflexión sobre la Guerra Civil Española: esta vez acompañamos a los socios del GEFREMA, Grupo de Estudios del Frente de Madrid, a hacer un recorrido por el frente de Ciudad Universitaria. Con una larga experiencia en recorridos por las rutas de la guerra en Madrid, los miembros del GEFREMA nos guiaron desde las paredes baleadas de Medicina y Farmacia, pasando por el muro agujereados de Periodismo, hasta la trinchera excavada en Puerta de Hierro. Allí pudimos compartir nuestros intereses e inquietudes surgidas de este proyecto con Jacinto Arévalo, José Ignacio Fernández, Antonio Quintana, J. Antonio González Cárceles y muchos otros.

Y de una cita van surgiendo otras: el jueves a la 13h se inaugura en el Conde Duque la interesante exposición, comisariada precisamente por J. Antonio González:
La Facultad de Filosofía y Letras en la Segunda República. Arquitectura y Universidad durante los años 30.
Podéis encontrar información en este enlace

jueves, 11 de diciembre de 2008

Merendar etnoarqueología en un café de Madrid

Fuerzas alpinas en reconocimiento en la Sierra de Guadarrama. 8 de febrero de 1938. Archivo Rojo

No todos los arqueólogos tienen la suerte de poder comprobar la validez de sus conjeturas sobre la cultura material con personas que han dado uso a los mismos artefactos que nosotros estudiamos. Esta semana pudimos ejercer ese privilegio en un bar del centro de Madrid, como aquel en que quería tomar café Mola. Allí nos reunimos, por generosa mediación de Jacinto Arévalo, miembro de GEFREMA y referente de la arqueología de la Guerra Civil en Madrid con un grupo de señores que tomaban su habitual merienda. La brigada de uno de ellos, C. H., manejaba, en la misma zona de la trinchera que excavamos, una Hotchkiss que disparaba las mismas balas que nos hemos encontrado en nuestra excavación. Después del duro invierno de 1936 en la Ciudad Universitaria, fue a parar al Batallón Alpino, con el resto de los señores que tomaron café con nosotros. El Batallón Alpino recorrió durante la guerra las delicadas zonas de la sierra de Madrid vigilando al enemigo y combatiendo en algunas acciones señeras. Combatían el frío con la energía que da la juventud y botas reforzadas que hemos de comparar con las que hemos documentado en la trinchera.

La Sierra de Guadarrama, donde luchó el Batallón Alpino, tal y como se vesde la trinchera que excavamos en la Ciudad Universitaria

Entre cafés y llamadas de teléfonos móviles de las señoras, los amigos, etc. siguió desparramándose la información que hemos documentado cuidadosamente en audio y vídeo. Nuestros interlocutores nos hablaron con naturalidad, huyendo de la épica y “a título de anécdota”. Estas "anécdotas" son para nosotros tan valiosas como las botas del sedimento de la trinchera, pues en ellas ha quedado atrapado, además de su contenido inmediato, parte del mismo contexto que pretendemos reconstruir. A veces han resistido el paso del tiempo gracias a que se contaron una y otra vez en forma de diálogo, como en un chiste. Un compañero de J. lloraba una de las pocas veces que pudieron comer un filete en los helados altos de la sierra. -Pero ¿Por qué lloras, infeliz?-

-¡Porque ya no puedo comer más!

Patrulla en servicio de observación en la sierra. 8 de febrero de 1937. Archivo Rojo

En nuestra grabación se oyen muchas risas, no reñidas con lo sobrecogedor del testimonio. Otras veces pasaron cosas extrañas, como el día en que nevaron fuegos fatuos para asombro de aquellos chavales del Batallón Alpino. Pese a que eran hombres de mundo, esquiadores y miembros de asociaciones deportivas (a través de las cuales se alistaron) nunca habían visto tan peculiar fenómeno. Por eso hoy lo recuerdan, otra vez entre risas. La oralidad, como estudió J. Ong, es una “tecnología de la palabra” específica y muy diferente de la escrita. Una forma peculiar de organizar la memoria que a menudo se apoya, para acceder a aquella experiencia vivida, en referentes paisajísticos y materiales.

En eso se parece un poco a la arqueología. Así, nuestros compañeros de café nos hablan del chozo que construyeron con piedra y chapa para aguantar el frío cerca del Alto del León. Otras veces, como en un cuento, son los personajes los que vehiculan el relato. Un día fue Santiago Carrillo a la sierra, con unos periodistas que, ávidos por recoger la noticia, se pusieron cinco jerseys y de tanto que sudaron casi no lo cuentan. Según la intensidad de la propaganda de guerra, estos personajes pueden adquirir proporciones míticas, como La Pasionaria, Durruti, “El Campesino” en unos relatos y José Antonio, Millán Astray, Mola y el propio Franco en otros. Como atestiguan las jornadas vividas últimamente en Grecia, una persona y su historia, como la muerte del joven Alexandros, pueden adquirir fuertes connotaciones simbólicas. Las personas también son ideales para vehicular una narración, como hemos hecho en este mismo texto cuando seguíamos a C. en su periplo de la Ciudad Universitaria al Alto del León. Estos días andamos por la Dehesa de La Villa, detrás de P., que también luchó en estas mismas facultades en las que hoy la estudiamos y en el Puerto de los Leones. Este era el mismo sitio, el Alto del León, pero es que del otro lado de las Hotchkiss aquel lugar se llamaba de otra forma ¿Será otra historia?

Otra vez gracias a Jacinto por la oportunidad y al primo de E. por los cafés.

Para cualquiera interesado en el Batallón Alpino, ver Arévalo, J. (2006) El Batallón Alpino del Guadarrama. La Librería, Madrid. También del mismo autor (2003) Los Trenes Blindados Españoles, Trea, Madrid y (2008) Senderos de Guerra. La Librería, Madrid.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Volver a donde nunca estuvimos


Sólo quiero volver a las trincheras,
a las trincheras donde nunca estuve.
La mañana de nieve, el negro muro,
tus palabras de hielo en mis oídos.
Sólo quiero volver a la tristeza
del frente occidental, que es mi tristeza.
Julio Martínez Mesanza
(Soy en Mayo. Antología 1982-2006, p. 153).
Las trincheras son un elemento recurrente en la poesía de Julio Martínez Mesanza, uno de los poetas más originales del actual panorama literario español. Para quienes hemos excavado en la Ciudad Universitaria quizá es demasiado pronto para querer regresar a las trincheras, pero podemos encontrar en el poema de Martínez Mesanza un eco de nuestra propia búsqueda: la arqueología es, también, volver a donde nunca se ha estado.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Agradecimientos

Vista general de la trinchera con los sondeos al acabar la excavación

La excavación en las trincheras de la Ciudad Universitaria no se podría haber llevado a cabo con éxito sin la colaboración de mucha gente.
Queremos agradecer en primer lugar a los estudiantes de diversas especialidades y cursos que han participado con entusiasmo en las labores arqueológicas. Esperamos que la experiencia les haya resultado satisfactoria. Gracias, en particular, a los miembros de la UCA que además de trabajar en la prospección y excavación se han encargado de varias tareas administrativas, entre ellas la organización del personal.
Los integrantes de diversos colectivos y asociaciones que han venido a visitarnos nos han ofrecido informaciones y consejos valiosos: Colectivo Guadarrama, Gefrema, Asociación de Amigos de la Dehesa de la Villa y Frente de Madrid. Los nombres de los integrantes de las asociaciones que han pasado por nuestra trinchera han ido apareciendo en las entradas del blog. La prospección geomagnética que tan buenos resultados ha dado ha sido posible gracias a la colaboración de miembros de los colectivos señalados. Una mención especial merece Rodrigo Gómez por haber sido tan fiel a este proyecto.
Gracias a Pedro Cabello del Moral y Adrián Muela, de Toma 7 Producciones, por haber documentado con tanto interés este proyecto desde el primer día. Esperamos ver pronto los resultados de su trabajo.
El trabajo topográfico fue realizado de forma desinteresada por Eduardo Martín Agúndez y Víctor del Arco Sanz.
Gracias al TEDAX por las lecciones prácticas y por su interés en nuestra excavación.
Durante el desarrollo de la investigación nos han venido a visitar diversos profesores de la Facultad de Geografía e Historia: Víctor M. Fernández Martínez, Teresa Chapa, Almudena Hernando, Gonzalo Ruiz Zapatero y Estela García. Con su presencia a pie de cata han apoyado este proyecto.
La afluencia de trabajadores voluntarios superó nuestras capacidades logísticas, pero Juan Gómez, arqueólogo, consiguió que nadie se quedara sin su paletín y su catalana.
Queremos agradecer a los medios haber difundido este proyecto que, al fin y al cabo, pretende ser arqueología pública. Por nuestra excavación ha pasado Telemadrid, Cadena Ser, El Público y El País. Podéis leer la noticia de El Público aquí.
También agradecemos a Rosa Mecha (OTRI-UCM) y Rafael Cordero (Gabinete de Comunicación-UCM) el haber colaborado en la difusión de nuestras actividades.
El proyecto no podría haberse llevado a cabo sin el apoyo económico del Vicerrectorado de Investigación de la Universidad Complutense.

A partir del lunes las entradas del blog se harán menos frecuentes, pero seguiremos colgando nueva información según vayamos procesando los datos.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Estrella Roja

Es bien sabido que los hallazgos arqueológicos más espectaculares se producen en el último día de la excavación. Da igual que lo que uno excave sean trincheras de la Guerra Civil: la ley se cumple siempre. En el camino de entrada al Abrigo 1 hemos descubierto una estrella roja, que iría en el gorro de algún soldado republicano.

La estrella roja en la solapa de un defensor de la Ciudad Universitaria. Detalle de una foto de Robert Capa, noviembre de 1936.

Con esto cerramos la fase de excavación del proyecto. Reenterramos los sondeos y empezamos el procesado de la información obtenida.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Documentos y cultura material

Frente de madrid, Archivo Rojo

Las fuentes escritas también nos pueden aportar datos sobre la cultura material en las trincheras del frente en la Ciudad Universitaria. El 13 de mayo de 1937 una Orden General de la 7ª División dirigida a la 40ª Brigada Mixta, unidad que operaba donde se desarrolla nuestra excavación, decía lo siguiente:
Se reitera a las Brigadas la necesidad de recoger todas las vainas de los cartuchos consumidos, las que una vez reunidas serán remitidas por cada Brigada al oficial de Municionamiento de esta División.
Esto, en parte, podría explicar la menor proporción de casquillos encontrados en relación con el número de balas desenterradas a lo largo de los trabajos arqueológicos.
Unos meses más tarde, otra orden general comunicaba:
Habiendo observado que en algunos locales y posiciones ocupadas por fuerzas dependientes de esta División, se encuentran abandonadas mantas, colchones y otros objetos de suma utilidad, se encarece a los Jefes de todas las unidades, estimulen a sus soldados para que procedan a la recogida de todos estos objetos y muy especialmente de las prendas de abrigo, que deberían enviarse a la Intendencia de la Brigada respectiva y que, una vez desinsectadas, serán de gran utilidad en la próxima estación invernal.
La palabra “recuperación” se repite constantemente en los documentos. De hecho, el mismo papel era reutilizado: muchas de las órdenes de la 7ª División estaban impresas en la parte de atrás de viejas estampas religiosas. El estudio del registro arqueológico junto al análisis histórico de los “restos” documentales nos está permitiendo conocer, entre otras cosas, las dificultades materiales y las penurias de los soldados republicanos durante la defensa de Madrid.

Un cargador vaciado sobre las líneas enemigas

Hallazgo en el Abrigo 2: cinco casquillos (1) y una guía de cargador (2)

¿Qué llevaría a un soldado republicano, en un momento indeterminado de la guerra, a vaciar el cargador de su Mosin Nagant sobre las posiciones franquistas del Cerro del Águila? Posiblemente nunca lo sepamos, pero ese gesto que duró apenas diez segundos dejó una huella precisa en el registro arqueológico. Los cinco casquillos cayeron agrupados, lo que indicaría que estamos ante un único episodio de fuego, y la guía saltó por otro lado, más cerca de donde estaría situado el tirador, recostado sobre el parapeto.

Una excavación cuidadosa permite recuperar episodios fugaces de la vida en las trincheras.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Excavando una excavación

Pala de excavar trincheras

Eso es, al fin y al cabo, lo que hacemos nosotros: desentarrar una zanja excavada en el suelo. Hay veces que algún hallazgo concreto hace este hecho más evidente. Al sur del Abrigo 1, en un tramo de trinchera mal conservado, aparecieron el sábado varios fragmentos de metal oxidados. Rodrigo Gómez nos ha informado hoy de que se trata de una pala de las utilizadas en las trincheras. En el Archivo Rojo se conserva una imagen en la que se ve a un grupo de soldados que se dirigen a cavar fortificaciones por el monte de El Pardo, quizá muy cerca de donde hoy estamos trabajando nosotros .

"Fortificadores" camino del frente. En primavera las trincheras se excavan con más gusto. Mayo de 1937. Archivo Rojo.

Es interesante observar que ninguno de ellos lleva botas militares, sino calzado civil, como el que estamos encontrando nosotros.

Hoy, a pesar del frío inmisericorde y la lluvia, hemos realizado otro hallazgo notable: una cantimplora, bastante destrozada, que identificamos detrás de la trinchera junto al camino cubierto. Está reventada como si hubiera recibido algún tipo de impacto.


El tiempo se nos acaba y el trabajo se acelera: acabamos los sondeos, dibujamos estratigrafías, levantamos planos, registramos el material pendiente... El viernes es nuestro último día de excavación.

martes, 2 de diciembre de 2008

El Rey de España en las trincheras republicanas

Moneda de Alfonso XII aparecida enfrente del Abrigo 1

Hoy hemos retomado el trabajo en el Abrigo 1 y su entorno. Aprovechando la presencia de nuestro detectorista más fiel, Rodrigo Gómez, hemos continuado la prospección con detector de metales en el lado sur y junto a la entrada y hemos localizado un número importante de artefactos: balas de 7 mm nacionales, Lebel de 8 mm, de 7.92 alemanas, varios casquillos (de 0.303 y de 7 mm), algún fragmento de metralla, una llave para abrir latas y una nueva moneda de Alfonso XII.

Pese a la instauración de la República en 1931, continuaron utilizándose monedas de la monarquía (como ha sucedido posteriormente durante la democracia con las pesetas franquistas). La moneda documentada hoy está datada en 1879, exactamente un año después que la que encontramos durante la prospección. Curiosamente, la otra moneda de Alfonso XII apareció en la línea de trincheras situada justo detrás de la que estamos excavando.

La excavación del Abrigo 1 se centró en limpiar la pared sur de los estratos que la colmatan y en sondear el suelo por si hubiera niveles de ocupación más profundos. Sí que los había: por debajo del suelo ya documentado siguen saliendo materiales arqueológicos. De hecho, ha sido interesante descubrir que la hoguera que habíamos identificado en el suelo del abrigo, asociada a latas y vidrio, tiene una potencia considerable. Es decir, no se trató, como pensamos en un principio, de un episodio aislado y específico de preparación de alimentos, sino de una acción repetida a lo largo del tiempo. Sólo de esta manera puede quedar registrada en la estratigrafía una huella de este tipo: diez centímetros de latas, carbones y cenizas superpuestos.

Lata bajo la hoguera del Abrigo 1 durante la excavación. Se advierte la diferencia de cota entre el trozo de botella de vino, perteneciente al último uso del hogar, y la lata consumida en un momento anterior

Uno de los problemas que nos estamos encontrando es la pésima conservación del hierro. Mientras los casquillos, las balas y otros materiales metálicos no férricos se conservan en la mayor parte de los casos extraordinariamente bien, las latas, la chapa metálica, el alambre y la metralla suelen aparecer muy degradados. En el caso de las latas, esto nos impide obtener información interesante sobre el lugar de fabricación, la fecha y el contenido, que a veces figuran estampados sobre el contenedor.

Latas procedentes del puesto de tirador 3 (PT3)

En el mismo puesto de tirador en que encontramos las latas deshechas de la imagen, hemos localizado varias balas en perfecto estado. Hoy mismo, muy cerca de esas latas, descubrimos una nueva bala Vetterli de 11 mm. Ya tenemos cuatro ejemplares de este proyectil poco habitual.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Del otro lado, más

Plano de las trincheras conservadas junto a El Pardo

Las trincheras, como nos habían informado varios visitantes, continúan al otro lado de la carretera de la Dehesa de la Villa, todavía en terrenos de la Ciudad Universitaria. La conservación es pobre en general, aunque se observan elementos interesantes, como un abrigo similar a los que estamos excavando. En las tapias de El Pardo se advierten claramente las voladuras efectuadas durante la guerra para comunicar las trincheras de los distintos sectores.

Trinchera junto a El Pardo

Nieve sobre las trincheras

No ha sido mucho lo que ha nevado, pero suficiente para obligarnos a cancelar el trabajo de esta tarde y dejar nuestros sondeos enlodados. También nos ha servido para experimentar en nuestras propias carnes lo que tuvo que ser excavar trincheras en las terrazas del Manzanares en diciembre de 1936.

Pese a todo, esta mañana conseguimos llegar al fondo original de la trinchera en el sondeo del tramo 1A, que es un sustrato arcilloso amarillo blanquecino y muy compacto. Estaba a 80 cm bajo la superficie actual y sobre él se encontraba perfectamente colocada una lata de conserva.

Sondeo T1A, embarrado por la nieve justo cuando lo acabábamos de limpiar para la foto

En el sondeo del puesto de tirador PT3 hemos descubierto un nuevo zapato, junto a dos casquillos de Mosin Nagant. Por lo que respecta a los abrigos, las bajas entre nuestras filas sólo nos han permitido trabajar en el 3. Aquí hemos localizado ya las dos paredes laterales, ligeramente ataludadas y cortadas sobre el sustrato geológico arenoso del pleistoceno medio o superior.

domingo, 30 de noviembre de 2008

Topografía

Plano topográfico de la trinchera UNED 1

Eduardo Martín Agúndez y Víctor del Arco Sanz nos han proporcionado ya los planos topográficos de las trincheras que les habíamos pedido. Se trata del plano de la trinchera de la Facultad de Geografía e Historia (Trinchera GHIS 1) y de la trinchera en la que estamos excavando en la actualidad (UNED 1). Una base cartográfica detallada es fundamental para llevar a cabo con éxito el trabajo de campo arqueológico y Víctor y Eduardo han realizado para nosotros una magnífica planimetría. Sobre ella levantamos nuestros propios planos, referenciamos nuestros hallazgos y la utilizamos como guía en la excavación. Un buen plano topográfico, además, permite observar mejor las características del terreno en que se está interveniendo y clarificar detalles que a simple vista no están claros o resultan engañosos.
Sabemos que realizar un levantamiento topográfico requiere tiempo, tanto en campo como en gabinete. Por ello, por su dedicación profesional y desinteresada, les estamos muy agradecidos a Víctor y Eduardo.

Esquema de la trinchera realizado a partir del plano de Eduardo y Víctor, con indicación de sectores de excavación: A1: Abrigo 1; T1A, tramo de trinchera 1A; PT1: puesto de tirador 1; R: ramal de acceso a la trinchera, etc.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Comprender un campo de batalla

"Work in progress": distribución de restos bélicos entorno a la trinchera que estamos excavando. Se han situado los puntos tomados con GPS y algunos triangulados (al este de Abrigo 1). Agradecemos a Jacinto Arévalo la identificación del nido de ametralladora

Esta mañana convocamos a medio Colectivo Guadarrama en el yacimiento. Objetivo: continuar la prospección sistemática con detector de metales. Ricardo Castellano, Pablo Schnell y familia, Rubén de la Mata, Javier Torquemada, Jesús Vázquez, Manuel Villar y Ernesto Viñas acudieron a la cita, la mayor parte de ellos pertrechados de detector de metales. Cubrimos las zonas entorno al Abrigo 4 y al sur del Abrigo 1 a media resolución y el este del abrigo 2 y 3 a alta resolución. Localizamos numerosas balas, algunos casquillos, fragmentos de metralla y un par de elementos interesantes porque no han aparecido hasta ahora: un trozo de granada de mano, posiblemente rusa, y un fragmento de banda de forzamiento de un proyectil de artillería.

¿Qué quiere decir esto de alta y media resolución? Sencillamente, que nos hemos dividido el terreno en varios sectores que se pueden agrupar en dos tipos: en el entorno inmediato y mejor preservado (un área de unos 1.000 metros cuadrados) todos los materiales que aparecen en la prospección los registramos mediante cuadrangulación o triangulación con referencia a nuestro sistema de coordenadas. Esto otorga un elevado grado de precisión, que permite realizar mapas a escala 1/50 o 1/20. En las zonas más alteradas y alejadas de la trinchera, todos los materiales que aparecen los documentamos mediante un GPS. El grado de precisión es menor, pero todavía resulta útil e informativo para realizar planimetrías a mayor escala (1/300 0 1/500).

Todos los datos de prospección geomagnética (es decir, con detector de metales), los procesamos posteriormente, combinando las localizaciones con las fichas de registro de material, donde aparece la descripción de los hallazgos. Esto nos permite saber exactamente donde ha aparecido un determinado tipo de casquillo o de bala o un fragmento de metralla.

Se trata de un proceso lento pero necesario, si lo que queremos es llegar a comprender lo que sucedió en este campo de batalla. De hecho, comienzan a adivinarse ya ciertos patrones: el entorno del Abrigo 1, por ejemplo, es el que recibió más impactos con diferencia durante la guerra. En los alrededores del Abrigo 4 debió de caer un proyectil de artillería, porque la densidad de fragmentos de metralla es superior al del resto de la línea fortificada. Los casquillos aparecen en su totalidad dentro o delante de la trinchera, mientras que las balas tienden a aparecer en la parte posterior. El plano de la parte superior está en proceso de realización: quedan por introducir docenas de puntos (la mayor parte de los obtenidos a alta resolución), pero permite hacerse una idea de nuestro método de trabajo.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Arqueología de la represión y la dictadura

El Prof. López Mazz durante su conferencia en la Universidad Complutense

Durante las últimas dos décadas ha ido consolidándose en América Latina un campo de estudio arqueológico que tiene como objeto el análisis de las dictaduras que asolaron el continente durante los años 70 y 80 del pasado siglo. Aunque lo que más ha trascendido de estos trabajos ha sido su vertiente forense (las exhumaciones de los cuerpos de desaparecidos), en realidad se trata de un campo más amplio que aborda todo tipo de manifestaciones represivas (centros de detención clandestinos, cárceles, tecnologías de tortura) y la resistencia a esas manifestaciones (túneles de fuga, objetos realizados por los presos).

Túnel de fuga de una prisión uruguaya de la dictadura militar (según López Mazz 2006).

Hoy hemos tenido la suerte de contar con José María López Mazz, Profesor de Antropología de la Universidad de Montevideo (Uruguay), para que nos hablara sobre esta arqueología que tantas conexiones tiene con el tipo de investigación que estamos desarrollando en la Ciudad Universitaria.

López Mazz está a cargo desde 2005 de un equipo que investiga restos de personas desaparecidas durante la dictadura que sufrió su país, entre 1973 y 1985. No deja de llamar la atención que en países como Argentina o Uruguay los especialistas se hayan podido embarcar en proyectos arqueológicos de esta índole, cuando la experiencia dictatorial es tan reciente, y que en España excavar restos de la Guerra Civil de hace 70 años todavía cause escándalo en determinados ámbitos.

Esto no quiere decir que la arqueología de la represión no encuentre problemas en Latinoamérica. Los tiene. El Profesor López Mazz nos ha contado los muchos obstáculos a los que se enfrentan con su trabajo. Algunos de ellos nos resultan familiares: por ejemplo, la reticencia de los testigos a suministrar información por miedo a represalias. En España se trata sobre todo de un miedo heredado por años de dictadura. Otros problemas son propios de Uruguay: los militares suministran información falsa al gobierno, que a su vez la traslada a los arqueólogos, para evitar que se descubran trazas de la represión. Sin embargo, la arqueología no sólo es capaz de desvelar prácticas represivas del pasado, sino también engaños actuales, como ha demostrado elocuentemente nuestro conferenciante.

Las coincidencias en nuestros planteamientos son numerosas: en ambos casos ponemos gran énfasis en el proceso técnico de recuperación de los restos del pasado. Somos, ante todo, científicos que realizan su trabajo de acuerdo con los más altos estándares profesionales. Nos interesa recuperar todos los datos con la mayor objetividad posible. Nada se queda sin documentar.

En segundo lugar, nos interesa la verdad, es decir, saber lo que pasó. Y que la verdad sea pública, que la gente conoza lo que fue la Guerra Civil y la posguerra a partir de los restos materiales.

También compartimos la idea de que la arqueología puede recuperar la historia de las gentes sin historia. En nuestro caso, los soldados de a pie que pasaron días y días en las trincheras y cuyo recuerdo ha sido (casi) borrado de la historia. Entendemos que las trincheras son, en cierta manera, la contraimagen del Arco de la Victoria que preside la entrada a la Ciudad Universitaria. Constituyen el testimonio de los vencidos.

Por último, creemos firmemente en que antes de pasar página hay que leerla, como dice López Mazz. Y eso hacemos en las trincheras: leer una página de la historia para poder superarla.

jueves, 27 de noviembre de 2008

Estratos

Estratigrafía del sondeo en el Abrigo 2

La estratigrafía nos permite leer la historia en la tierra. En el Abrigo 2 podemos entender cómo se construyó y abandonó la estructura mediante el corte estratigráfico que hemos practicado. Primero se realizó un abrigo de planta rectangular y paredes rectas que cortan varios estratos geológicos de aluvión (arcillosos y arenosos). Las tierras que se extrajeron durante la excavación se utilizaron para construir un parapeto en torno a la estructura y seguramente para rellenar sacos terreros. Al acabar la guerra, se desmontó parte del parapeto y las tierras se emplearon esta vez para colmatar parcialmente el abrigo, para lo cual se utilizó seguramente también el contenido de los sacos terreros.

Nivel de ocupación de la Guerra Civil en el Abrigo 3

En el Abrigo 3 la estratigrafía nos demuestra que tras la Guerra Civil se colmató la estructura con tierra, como en el resto de la trinchera, pero después sobre ese depósito se fueron depositando finas capas de aluvión de un torrente que bajaba por la ladera del cerro en que se encuentra excavado el abrigo. Entre capa y capa de arenas arrastradas por el torrente encontramos estratos orgánicos correspondientes a basuras arrojadas en el hoyo. La posición estratigráfica nos permite datar los materiales de la UE 31 (unidad estratigráfica) en la Guerra Civil. Entre esos materiales encontramos una hoguera con sus cenizas y una lata, un zapato y una guía de cargador. Naturalmente, la asociación de la guía de cargador al resto de los materiales también permite confiar en que el estrato está correctamente datado en la guerra, pero si no controláramos la estratigrafía, podríamos pensar que se ha desplazado de su sitio. Por eso es importante realizar las excavaciones cuidadosamente: para poder recuperar contextos completos y asociaciones de artefactos y estructuras que, bien datados, nos permitan reconstruir actividades del pasado.

De izquierda a derecha: dos casquillos rusos de Mosin Nagant de 7.62 mm y un casquillo alemán de 7.92 mm
En las excavaciones de hoy hemos encontrado dos casquillos de Mosin Nagant y uno de Máuser alemán. Que aparezcan balas alemanas en las trincheras republicanas no es raro, porque al fin y al cabo es lo que les estaban disparando desde las líneas enemigas. Que aparezcan casquillos de la Alemania Nazi disparados por los republicanos llama un poco más la atención, pero no es inexplicable. Los soldados de uno y otro bando capturaban fusiles al enemigo y los vendedores de armas trataban de vender sus mercancías al mejor postor. El gobierno de Adolf Hitler, de hecho, llegó a vender material de guerra a los republicanos, al mismo tiempo que apoyaba a Franco. La bala en cuestión, encontrada por Rodrigo Gómez delante del Abrigo 1 con el detector, tiene las marcas P 131 36 S 51. Según municion.org se trata de un proyectil fabricado por Deutsche Waffen und Munitionsfabriken A.G (Berlín-Borsigwalde). Por lo que respecta a los casquillos rusos, uno lo localizamos en el puesto de tirador frente al Abrigo 2 y otro dentro del propio Abrigo 2.

Por la mañana nos ha acompañado en la excavación Pablo Schnell, del Colectivo Guadarrama. Hemos intercambiado impresiones que siempre son útiles para entender el yacimiento y su contexto. Por la tarde nos han visitado
Jacinto Arévalo Molina, Julián González Fraile y Óscar Navajas Corral. Los dos primeros pertenecen a GEFREMA y Julián y Óscar acaban de fundar una asociación dedicada al estudio de los restos bélicos en el municipio de Rivas: Espacios de Memoria. Durante los últimos tres años han estado poniendo en valor los vestigios materiales de la Batalla del Jarama. Esperamos devolver pronto la visita y conocer sus trincheras. Las nuestras quedan a su disposición.

A Rodrigo Gómez no lo contamos como visita porque ya es casi parte del equipo técnico. Hoy nos ha proporcionado valiosos datos sobre la unidad que combatió en esta zona a finales de 1936 e inicios de 1937: la 6º Brigada Mixta.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

No todo es encontrar balas

En arqueología es bien sabido que por cada hora que uno pasa en el campo es necesario dedicar otras seis procesando los datos recogidos. En el caso de la prospección que llevamos a cabo durante siete días, nos espera al menos un mes de descargar datos de GPS, analizar y fotografiar materiales, diseñar bases de datos, cotejar los hallazgos y su localización espacial y dibujar planos. Por ahora, para hacernos una idea de lo que tenemos entre manos vamos sobreponiendo los puntos y tracks de GPS a las fotografías de gran resolución de Google Earth. En la imagen superior se pueden ver todos los puntos de hallazgos que tomamos frente a la Facultad de informática (banderas) y las trincheras que documentamos (líneas azules).

Más visitas y más zapatos

José del Río nos enseña las armas con que se mataban en la guerra y Carlos Marín se queda perplejo

Hoy hemos tenido varias visitas: Ángel Sáenz de la asociación Frente de Madrid y Adolfo Ferrero de Amigos de la Dehesa de la Villa nos acompañaron a primera hora de la mañana. Posteriormente recibimos nuestra primera visita escolar: un grupo de alumnos de primero y segundo de bachillerato del IES Alpedrete que siguieron con atención las explicaciones de un servidor durante casi una hora. Agradezco desde aquí su paciencia e interés. A mediodía vino a visitarnos de nuevo José del Río esta vez pertrechado de fusiles, pistolas, granadas, proyectiles de artillería y todo tipo de objetos de la Guerra Civil. Hemos podido así conocer en detalle y tocar con nuestras manos la cultura material del conflicto. Toda una clase teórico-práctica en el incomparable marco de las trincheras.

José vino acompañado de su detector y continuamos prospectando la parte delantera de la trinchera, donde siguen apareciendo balas y fragmentos de proyectiles de artillería. Como siempre, registramos y cartografiamos cuidadosamente todos los hallazgos. No han faltado tampoco Pedro y Adrián de Toma 7, que continúan con la labor de documentar en vídeo nuestro proceso investigador.

Por la tarde recibimos nueva visita: Andrés Pérez regresó con su detector y descubrió más balas, una hebilla de la correa de un Máuser y otro zapato republicano. Teniendo en cuenta que esta mañana nos apareció otro zapato en buen estado en el Abrigo 3, el número total de elementos de calzado sube ya a cinco.

La excavación prosigue. Los sondeos van aclarando las cosas o liándolas más, según se mire. En el Abrigo 1 hemos descubierto un tramo importante de la pared original y en el tramo de trinchera 1B ha aparecido nuestra primera bala de Mosin Nagant de 7.62 mm. Está sin disparar, lo que indica que algún soldado se dedicó a desenroscarla de su casquillo para utilizar la pólvora para encender fuego o por pasar el rato.

La pared del Abrigo 1 después de eliminar los estratos que la colmataban. Se aprecia una zona de quemado en la parte inferior de la pared.

Mañana colgaremos fotos de nuestros hallazgos y de la clase práctica de José del Río.

martes, 25 de noviembre de 2008

Zapato republicano


Eso parece que es lo que hemos recuperado hoy en el sondeo de la trinchera 1A, junto al Abrigo 1. Aparece en un estrato arcilloso muy decantado y sellado por depósitos de aluvión formados tras la colmatación de la trinchera inmediatamente después de la guerra.

El zapato en su contexto

Además hoy hemos localizado otra bala en el interior del Abrigo 1 (en mal estado de conservación); una bala de 7 mm y otra de 7.92 en la trinchera 1B, y nuestra primera guía de cargador, que encontramos en el Abrigo 3, junto a fragmentos de metralla y un extraño objeto circular metálico no identificado. La guía de cargador está muy corroída, pero esperamos que una limpieza nos permita identificar el arma a que pertenece.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Sondeos en las trincheras

El viernes por la tarde quedó definitivamente limpio de capa vegetal el tramo de trincheras en el que estamos trabajando. Comenzamos entonces a practicar varios sondeos para comprender la estratigrafía y los perfiles de trinchera y abrigos. En algunos sitios nos hemos llevado sorpresas: la estratigrafía del Abrigo 1, por ejemplo, es bastante más complicada de lo que habíamos pensado en un primer momento.

Sabela, Estela, Flor y Sandra dibujan una hoguera en el suelo del Abrigo 1, de la Guerra Civil, antes de continuar el sondeo. Sobre la hoguera aparecieron varias latas aplastadas y un fragmento de botella de vino

En otras zonas, todavía no tenemos clara cual es la estratigrafía. Por ejemplo, en la entrada al Abrigo 1. El sondeo que hemos abierto nos ayudará a comprender la estructura de acceso.

María López trata de desentrañar la estratigrafía del acceso al Abrigo 1

En la trinchera en sí la situación es algo más sencilla, aunque nos ha sorprendido la gran colmatación y las numerosas unidades estratigráficas que encontramos. La verdad es que he excavado yacimientos prehistóricos con estratigrafías bastante más simples.

Carmen y Mariano excavan en un puesto de tirador después de haber encontrado la pared original de la trinchera en el lado opuesto del sondeo. Se advierte bien la considerable colmatación de la zanja para el poco tiempo transcurrido desde su abandono

Los hallazgos dentro de la trinchera y los abrigos no son muy abundantes, seguramente por la recogida de chatarra que tuvo lugar al acabar la guerra, con especial intensidad en el entorno de poblaciones importantes. Los campos de batalla se convirtieron en un medio de vida para muchos españoles durante años. Hemos encontrado cosas curiosas, sin embargo. No todas pertenecen a la Guerra Civil: en un puesto de tirador apareció un tesorillo de monedas de la Transición (1975-1979). Más interesante, por lo que a este proyecto se refiere, es un casquillo de Remington mod. 1871, que localizmos en el Abrigo 2. Los casquillos son escasos y pertenecen en su mayoría a Mosin Nagant (7.62 mm), un fusil ruso ampliamente utilizado durante el conflicto. Dos se han documentado en el exterior de la trinchera, sobre el parapeto, durante la prospección con detector llevada a cabo por Rodrigo Gómez esta mañana. Un tercero ha aparecido bastante cerca de los anteriores pero en el interior de la trinchera. La escasez de casquillos - frente a la abundancia de balas - se puede explicar también por la recogida de chatarra. Igualmente con ayuda del detector hemos encontrado en el parapeto que protege la trinchera hacia el oeste una peseta de la República datada en 1937 y en perfecto estado de conservación.

Hoy hemos recibido la visita de José del Río, del Colectivo Guadarrama. Nos ha ayudado a reconocer materiales. A él, precisamente, le debemos la identificación del casquillo de Remington, que no es nada habitual. José nos ha traído, además, un manual militar enormemente útil. Se trata del que publicó el Servicio de Recuperación de Material de Guerra para la Región Centro en 1942. En él aparece toda la tipología de cartuchos, proyectiles de artillería y granadas de mortero que se emplearon durante la guerra. Aprovechamos esta entrada para darle las gracias por la valiosa referencia.

Tipología de cartuchos de 11 mm del último tercio del siglo XIX publicada por el Servicio de Recuperación de Material de Guerra, 1942. En nuestras excavaciones han aparecido un casquillo del primer tipo (Remington) y dos balas del quinto tipo (Vetterli)

sábado, 22 de noviembre de 2008

Se admiten visitas

Visitantes extranjeros en las trincheras republicanas de Madrid

Es más, os animamos a que vengáis a visitarnos mientras excavamos las trincheras del Frente de Madrid. Tendréis ocasión de aprender sobre el proceso de investigación arqueológica y sobre la historia reciente de España. Si queréis venir en grupo, os agradeceríamos que nos enviarais un email a bustarproject@gmail.com. Las visitas se pueden realizar en horario de excavación, de 9:30 a 14:00 y de 15:00 a 18:00 horas, de lunes a viernes hasta el 5 de diciembre ¡Colegios e institutos son bienvenidos!

Para llegar podéis utilizar este mapa, gentileza de Google:

El acceso más sencillo es por la UNED, adonde llega la línea U de autobuses.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Espectro de sacos terreros

Prácticamente todo deja su huella arqueólogica, por leve que sea. El Abrigo 2, que estamos excavando en estos momentos, estaba rodeado en la parte de su perímetro expuesta al enemigo por un parapeto de sacos terreros. Según vamos raspando la tierra con los paletines va saliendo a la luz el espectro de esa hilera de sacos: una mancha de tierra más clara.

En la parte superior de las paredes del abrigo han aparecido un casquillo y dos balas, cuya orientación indica que se dispararon desde el entorno del Cerro del Águila.